El cineasta Luis Ospina
nos entrega un manifiesto generacional del denominado Grupo de Cali en un extenso e intenso documental poniéndonos en
contexto con su vida, la de dos de sus amigos entrañables, y el resto de la "pandilla" que llegó por efecto fílmico a su vida como realizador: fotógrafos,
directores de arte, montajistas, camarógrafos, actores, y unos buenos pocos
amigos. Todo comenzó por el fin es un
gran collage histórico del cine colombiano desde la perspectiva de un espacio
geográfico definido desde el presente en retrospectiva hasta mediados del siglo veinte, pulso inicial para entrar en el archivo y conocer visos de su vida familiar
en la infancia donde la cámara recrea cotidianidades hasta ponernos en otro
momento, la del paciente Ospina, donde parece la enfermedad es el fin de una
vida hecha rollo en plena realización fílmica.
La entrada a la intimidad
del director caleño es desbordante, sin tapujos nos pone ante su situación médica
y los devenires que conllevan ante los diagnósticos, las intervenciones quirúrgicas,
y ese sosiego que significa el ejercicio de memoria lleno de olvido, el
encuentro de amigos que atraviesa toda la cinta, y el adecuado montaje que se
realiza para ir tejiendo estratégicamente la vida de Andrés Caicedo, Carlos
Mayolo, y allí un montón de anecdotario que le da voz a muchos en el intrincado
fenómeno estético del cine en medio del sexo, la música, y las drogas, todo
bajo la premisa del fracasado sueño sesentero del cual hicieron parte. Así, “ellos
de rumba, y el mundo se derrumba”.
El uso de los archivos
fílmicos sobresale por la misma eficacia de Luis Ospina al conservar sus
documentos y posibilitar años atrás -en parte- su acceso; por ende, el camino que él despeja
para entregarle al espectador una narración fluida y acondicionada a un estilo
ya marcado en sus pasados trabajos audiovisuales, reusados, y apropiados
nuevamente como hipertextos. Pero el tema del grupo caleño de por sí, ha sido
un copioso objeto de estudio desde miradas independientes a sus cabezas
visibles o en conjunto en monografías de grados, ensayos literarios, exposiciones
museísticas, artículos académicos u objetos audiovisuales con constantes temas
transversales que incluyen nombres, épocas, obras, y un largo etcétera.
Lo anterior nos posiciona directamente
para entender un momento de largo aliento que deviene más o menos en tres
décadas que mezclan las etapas más disimiles que ya el profesor Ramiro Arbeláez
se ha atrevido en clasificar en cinefilia, experimentación, y realización, las
tres en conjunción con el Cine club de Cali,
Ciudad Solar, la Universidad del Valle, la Cinemateca
la Tertulia, el Canal Regional Telepacífico,
y claro está, el contexto de la ciudad de Cali con sus teatros de barrio, la
situación sociocultural, sus transformaciones urbanísticas, y la violencia que
se identifica desde la explosión del 7 de agosto de 1956, hasta el fenómeno del
narcotráfico con el “dinero fácil” de los años ochenta.
Un punto importante de
este tema, es que los tres personajes puestos en lente han dejado obra escrita
para inferir parte de su pensamiento intelectual vinculado al arte de la
crítica, la literatura, el cine, la televisión, y las vicisitudes que eso
conlleva. Tenemos entonces en la obra literaria y de crítica cinematográfica de
Andrés Caicedo, las formas de comprender un mundo y estado de ánimo vinculado a
su vida; en los dos libros de Carlos Mayolo, la singularidad a desparpajo de
reconocer su accionar con el cine y lo televisivo; y en Luis Ospina, con sus “palabras
al viento”, la pluma que juega con el lector y su visión del cine a través de
sus “sobras” completas. Los tres escenarios vivenciales escritos, puestos en papel,
son el mejor ejemplo de la necesidad que tiene el cinéfilo y realizador fílmico
de dejar un registro, incluyendo la notoria correspondencia de los tres que
sirve de parangón privado y público del sentir de un momento; por lo tanto, esa
elaboración tiene una relevancia especial para el escenario de armar un
rompecabezas especifico que tiene como línea temática lo fílmico, y en él, todo
un séquito de personas que posibilitaron armar un mundo ligado a escenarios con
una marca especial de representaciones, lo cual sucede de forma rápida y resumida
en el documental reseñado.
Esta autobiografía fílmica
que tiene marca certificada en el contexto mundial, nos deja como enseñanza que
los procesos de realización cinematográfica siempre tienen un desarrollo grupal
de arraigo fuerte, en cabeza de pocos que se distinguen sobre los demás, pero
que imprimen un sello distintivo para dejar obras y huellas paralelas en otros escenarios
de producción, desde los artísticos, hasta los académicos; posicionándolos en
el entramado cultural, histórico, sociológico, y hasta político, situación que
es recurrente y efectiva en este caso de estudio que atrae nuevos conocedores y, aumenta el conocimiento de esos viejos aficionados a ese influjo cultural tan
atractivo y lleno de cine.
Estamos entonces ante una
obra compleja para aquellos que desconocen el desarrollo histórico del cine
colombiano, y allí la situación social del país; no es cuestión de ser un “simple
fanático” del grupo de Cali para
hacerse la idea con este documental de ser ya un experto en el tema sin inmutarse
en el riesgo que eso conlleva; el mismo que identifiqué en el grupo de personas
que abandonaron la sala un poco estupefactos ante el intenso montaje de esos “locos
de Cali”, o los que viéndola decían que era una película demasiada pesada y extenuante
para una sentada de más de dos horas. Quedan las sensaciones, y las diversas
miradas que suscita Todo comenzó por el
fin, cada una apoyada en la mirada individual o colectiva que despierta ojo
por ojo.
Ficha técnica
Género: Documental.
Dirección: Luis
Ospina.
Producción: Luis
Ospina.
Producción
ejecutiva: Sasha Quintero.
Guión: Luis
Ospina.
Director
de Fotografía: Francisco Medina.
Fotografía
adicional: José Luis Guerín, Lina González, Luis Ospina, Rubén
Mendoza, Margarita Peña, Miguel Salazar, Jaime Bonilla, Óscar Campo, Ramiro
Arbeláez.
Edición:
Gustavo Vasco / Luis Ospina.
Música:
Camilo Sababria, Franz Schubert, Los Speakers, Johnny Pacheco & Rolando
Laserie, Junior Jein, Bloque de Búsqueda.
Publicaciones a propósito del tema en el
blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario