El 12 de julio de 1924 Quintín Lame se encuentra
en la capital colombiana, oportunidad aprovechada por el periódico “El
Espectador” con su periodista Mario Ibero para abordarlo sobre varios aspectos;
es interesante anotar que el documento aparece en la primera página, lo que
significa que su lectura estuvo en primera plana para los lectores. Quintín aparece
en un registro fotográfico de cuerpo entero con traje, su cabello largo y
expresión segura con sus manos cruzadas; el titular lo complementa un subtitulo
divido en tres partes: A Qué Viene Quintín Lame a Bogotá, El Suplicio
de la Raza Indígena, Una Constante Denegación de Justicia por Parte de
las Autoridades de Huila. La
presentación anuncia que ha llegado a la capital por la proximidad del congreso,
caciques azules, de otro color y hasta un cacique de verdad: Quintín Lame. El
reportero se dirige al hotel pasajeros para abordarlo, reconociéndolo
con las señas particulares que para nada son difíciles de olvidar, buscándolo
directamente en su habitación para indagarlo:
Homenaje a Quintín Lame, Antonio Caro 1979. |
¿Desde cuándo se halla
en Bogotá? -Llegue el día 7 de los
corrientes.
¿A qué ha venido? -Vine con el exclusivo
objeto de defender ante el supremo gobierno todos los derechos comunales que
tienen 197 pueblos indígenas, de que soy legítimo representante.
¿Desde cuándo es usted
jefe de los indígenas? -Desde 1910, fecha en que me eligieron supremo jefe de los
cabildos indígenas de Pitayó, Jambaló, Toribio, Puracé, Poblazón, Cajibío,
Pandiguando y algunos otros.
¿Qué edad tiene usted? -Tengo 39 años, 7 meses,
25 días y 5 y media horas hasta este momento.
¿Donde nació? -Nací y fui criado en Lame,
caserío de Tierradentro.
¿Es usted casado? -Soy viudo de Pioquinta
León, compañera de tribu. De ella me quedaron dos hijos: hembra y macho.
¿Desde cuando trabaja
por obtener las reivindicaciones indígenas? -Desde que tuve uso de razón, es
decir..., desde que empecé usar pantalones.
¿Cuantas prisiones ha
sufrido? -He
sufrido 14 prisiones por haberme presentado al frente de las reclamaciones de
los fueros de mi raza, conculcados por las autoridades quienes están
“amangualadas” con los ricos...
¿En donde sufrió la
última prisión? -En
la cárcel del Guamo, de la cual salí apenas hace 35 días.
¿Por qué estuvo preso? -Porque ordené a la
parcialidad indígena de Ortega que levantara una casa en Llanogrande, sitio que
nosotros bautizamos con el nombre de San José de Indias. A la orden mía se
opuso el señor Vidal Albis, quien nos insulto a los indígenas en los términos
más soeces. A una alusión que hizo a mi madre, yo lo arroje al suelo bañado de
sangre de un bofetón. Por esto me apresaron, después de que se me acusó de comandar
una cuadrilla de malhechores...
¿Cuál es su religión? -La católica.
Y en política... -Hoy no tengo opiniones
políticas, ningún indígena puede tenerlas ahora, la bandera ni es roja ni azul:
es blanca, muy blanca, como debe ser la justicia y como es la paz... Mañana
puede que nos hagamos a la sombra de alguna bandera que nos ampare...
¿Y anteriormente? -Unos eran liberales y
otros conservadores y hasta había republicanos... Pero como desde hace 400 y
más años nuestra raza va para abajo, resolvimos formar una comunidad aparte.
Las ideas de los blancos no resultan... estamos muy desengañados.
Dígame algo sobre sus
conferencias -En
Ibagué dicté algunas hace poco días sobre las injusticias de que somos
victimas.
¿Y resultaron? -El pueblo aplaudía,
pero las autoridades siguieron mudas y sordas. Aquí pienso dictar una el 20 de
julio, día de la patria de ustedes y de nosotros... de nosotros a pesar de todo!
¿Qué gestiones ha
desarrollado en estos días? -Pedí una entrevista al señor presidente de la
república, pero me contestó que por ahora no podía atenderme porque estaba
escribiendo un mensaje al congreso, y queme entendiera con el señor ministro de
gobierno.
¿Y éste si lo recibió? -Me puso una cita en el
ministerio para el día 10, pero me dejó esperando...
¿Y qué piensa hacer? Hoy conferenciaré con el
señor ministro de guerra. Estoy también citado...
¿Qué piensa solicitar? -Justicia y más justicia
contra los atropellos de los alcaldes de Ortega, Chaparral y Coyaima,
pues estos señores se han posesionado por la fuerza de nuestras sementeras
y han echado sus ganados en ellas para que las destruyan. Dichos alcaldes
han quitado a los indígenas hasta sus herramientas de trabajo.
¿Y si cree ser atendido?
Hace
cuatro siglos que esperamos ser atendidos, y a pesar de ello aún confiamos...
¿Y si no lo
atienden? Quintín Lame durante un
largo rato medita y me responde bajando la voz: -“El pensamiento del hombre en
ciertos trances es un secreto que debe guardar muy bien en el corazón”...
Cuénteme algo sobre las
misiones católicas... -Hay muchas misiones que están contra los indígenas.
Solamente se valen de nosotros cuando llegan las elecciones. A los
indios que se resisten a votar por Cristo les dicen que si no lo hacen
quedan excomulgados y que el diablo se los llevará para el infierno.
¿Aquí también hacen lo mismo?
Aquí también Lame -¿Y ustedes si creen en
eso? Algunos, sí; otros... también. -Por allá en Tierradentro ya no le
tenemos miedo al infierno, porque a ninguno de los indios que ha dejado de votar
por Cristo se lo ha llevado el diablo...
¿De modo que las
misiones no los defienden? -Los misioneros Lazaristas dicen que los indios tenemos que
darles para sus gastos y para sostener a Dios. El 12 de noviembre de 1916 la misión
citada ayudó a atacarnos. Uno de los padres guió a las compañías que nos perseguían
y ordenaba que mataran indios, que esos no eran cristianos. El mismo padre hacia
colgar de los árboles a los indios que caían prisioneros hasta hacerlos
confesar en que sitio me encontraba yo. Esto sucedió en los pueblos de Inzá y
Pedregal. Lo que acabo de decirle lo puedo comprobar con documentos.
¿Los misioneros
Lazaristas son colombianos? -No señor; son españoles, chapetones puros...
Por allá no hay más sacerdote colombiano que el padre Mosquera. Este logró
atraer de nuevo a los indígenas, y los Lazaristas le hicieron una guerra
terrible. Nosotros tuvimos que defenderlo contra ellos y contra el alcalde de
Insú.
¿Su periodo de jefe
cuánto tiempo dura? -Es
de por vida. Yo he querido renunciar varias veces, pero los de mi raza no han querido
aceptar mi renuncia.
Cuándo usted muera
¿quién lo sucederá? -Mi
hijo Roberto, que tiene 6 años y a quien estoy educando para que siga mis
pasos...
¿Con quién más piensa
hablar? -Al
próximo congreso presentaré varios memoriales. Mientras no me los resuelven, no
me iré de aquí.
¿Cuántas veces ha venido
a Bogotá? -He
venido seis veces con ésta.
¿En las otras venidas
obtuvo algo? -En
la primera, me atendió el gobierno muy poco; en la segunda, poquito; en la tercera,
lo mismo; en la cuarta, alguito...; en la quinta, la prensa intervino y me
atendió el gobierno algo...; y ahora, hasta el presente alguito...
Y Quintín Lame se lleva
las manos al pecho y se lo oprime, como si del corazón se le quisiera salir su
“secreto”, mientras el señor con quien lo equivoqué al llegar, nos observa por
entre el ojo de la cerradura...
Manuel Quintín Lame, detenido por el subcomisario Leonardo Ramírez, Popayán , junio 10 de 1916. Colección Diego Castrillón Arboleda. |
El documento periodístico
indaga sobre aspectos personales de Quintín Lame, dando muestras de seguridad
ante lo que cree, y lo que representa en la comunidad indígena que él dirige,
llegando a 197 pueblos con sus cabildos. Y desde que tiene uso de razón, es
defensor de los derechos indígenas, lo cual le ha valido muchas prisiones.
Confirma que su religión es la católica. De la política, toma vocería por todos
sus hermanos de raza al indicar que ninguno debe tener una bandera tradicional
color azul o rojo, que la bandera que los identifica es blanca, de justicia y
paz, dejando la posibilidad abierta a que más adelante se arropen bajo una
bandera. Quintín quiere solicitar justicia por los atropellos sufridos de parte
de los alcaldes de Ortega, Chaparral y Coyaima, quienes se han apropiado de las
tierras cultivadas por los indígenas destruyéndolas por medio de sus ganados.
La duda de ser atendido sigue intacta, ya que han sido muchos los desplantes,
que llegan a cuatro siglos. Sobre las misiones Lazaristas, anuncia que solo los
buscaban cuando se acercan las elecciones, denunciando claramente como la influencia
católica quiere sumar a partir del discurso de la iglesia con la relación cielo
e infierno, votos a cristo; recuerda Quintín un hecho desafortunado en contra
de la población indígena realizada por estos dignos exponentes del clero
español instalados en Colombia, casi que una inquisición versión siglo XX,
atada al sistema político local, regional y nacional. Su período como jefe será
de por vida porque así la comunidad lo quiere, y heredará en su hijo Roberto,
el conocimiento para que siga luchando en pro de los derechos indígenas cuando este
muera.
Las respuestas de Quintín son
el fiel testimonio de su trasegar por las esferas de su lucha con el pueblo
indígena, a través de sus diálogos intelectuales; de sus visitas a la
institucionalidad para expresar lo que acontece en su entorno, y traer
soluciones que posibilitaran una mejor convivencia; de la clara influencia que
el catolicismo tenia sobre la sociedad colombiana en zonas como la rural, a
través de pequeños señoríos fundamentados con el discurso de un aliado clave de
institucionalización social, que para la época tenia demasiado poder.
Tomado del artículo
Yamid
Galindo Cardona, Tierra y piel en el ser indio de Quintín Lame Chantre, Revista
Historia y espacio N. 31, Departamento de Historia, Universidad del Valle, p.139 - 168, 2008.