El año 2015 nos deja
otra obra de Luis Ospina, director de cine vinculado al movimiento setentero de
la cinefilia caleña desde el llamado Grupo de Cali que pasó mediáticamente a
reconocerse como Caliwood. Su documental, Todo
Comenzó por el Fin, recoge la
vida de una generación activa en el
escenario de las representaciones fílmicas donde la ciudad de Cali es
epicentro desde el documental como narración de denuncia y disputa, hasta el
largometraje que estimula la creación con adaptaciones del contexto regional
con una sociedad clasista, decadente, y poco solidaria. La vida hecha cine de
Ospina, ha sido expuesta por él mismo a través de sus escritos en conferencias
y publicaciones de corte cultural, con
documentos relevantes para entender una época en el contexto de la historia del
cine colombiano y latinoamericano. Por otros en instancias donde ha sido
necesario hablar del autor desde la mirada crítica de sus películas. Igualmente
nos ha puesto en la web su archivo, creación estimulante que dice mucho de su
capacidad para guardar y recopilar información de su actividad como artista en
diversos espacios en el que su huella quedó plasmada, la visible, y aquella que
inspiró e involucró a otros en su labor: pura cinesífilis aguda.
En su presentación biográfica
del año 2010 a propósito del "Premio Nacional Vida y Obra" del Ministerio de
Cultura, Luis Fernando Afanador resalta en su introducción: “Jugó su corazón al
azar y se lo ganó la cinefilia. La vida de Luis Ospina gira alrededor del cine.
Cuando no lo hace, lo ve, lo escribe o lo comenta. Cine continuo o, mejor, sin
solución de continuidad”. Con esta cita presentamos tres publicaciones “de y
sobre” el autor, cumpliendo uno de los objetivos planteados en este blog,
divulgar, exponer, y dejarle a los lectores referencias importantes que pueden
ser de uso exclusivo para una memoria del cine colombiano en dos caminos: el
que incita a un conocimiento básico; y
el que desea se apropie como objeto de estudio de un recorrido primordial
para entender un período del cine nacional con el ojo práctico, documental, y
burlesco de un director que “descubría la política de los autores cuando todo
el mundo quería ser el autor de la política” desde los años sesentas, y que lo
llevó a su práctica en el resto de su filmografía.
Palabras
al Viento (Mis Sobras Completas)
Cinco partes, más la
presentación y su filmografía, conforman este libro autobiográfico que se exhibe
por escalas:
-Fe es creer en lo que no se ha revelado: capítulo que en siete
partes desentraña el oficio de Ospina, con definiciones rápidas sobre por qué
hace cine; pasando por su experiencia en el segundo largometraje de su historia
Soplo de Vida -1999-; una ágil historia
del cine colombiano; el encuentro con Barbet Schroeder, y la adaptación que hiciera de La Virgen de los Sicarios, obra literaria
del escritor Fernando Vallejo, y lo que resultó; su encuentro con el vídeo, y las obras resultantes; culminando con dos documentos que “dan fe” de
lo que significa el falso documental y una de sus obras.
-Ojo por ojo: El título es un guiño a la sección final de la Revista
Ojo al Cine editada por el Cine Club de Cali en cinco números, se trataba de un
espacio para reseñar algunas cintas en estreno. Siete documentos exponen el
oficio de crítico y asistente de Luis a festivales de cine en el medio
independiente de las producciones, puestos en la lupa con referencias que en la
práctica son básicas para identificar películas y autores: Festival de Cine
de Cartagena en 1975 (junto a Andrés Caicedo), además de otro texto sobre los
“días y noches de la ciudad amurallada”; el festival de Benalmádena a finales de los setentas (junto a Hernando Guerrero); el encuentro de cine documental y
cortometraje de Bilbao; crónica del Festival de Cannes de 1978 (con Hernando Guerrero);
el Festival Cinematográfico Internacional de París; finalmente, otra
vuelta por Cannes en 1993. Importante
mencionar que los artículos hacen parte de la actividad de corresponsal para las
revistas Ojo al Cine, Cinemateca, Kinetoscopio, y Arcadia.
-Sunset Boulevard: el título de una las películas más importantes dirigida por Billy Wilder, sirve para presentarnos a su protagonista
central: la diva, y actriz que pasó al olvido, Norma Desmond. Ella,
reencarnada en el cuerpo de Luis Ospina, escribe sobre cine, y lo hace para uno
de los periódicos de la capital vallecaucana. Además nos regala un bonus track,
Cinemáximas, 69 posiciones para ver
el cine.
-Placeres culposos: Inicialmente expone aspectos referentes a
Hollywood en un juego de palabras que recuerda la “caza de brujas” del senador
Joseph McCarthy, pero que nos lleva buscar citas en un glosario cinéfilo, labor
que hace junto al cineasta Sergio Cabrera para la Revista Cine en 1982. Después,
un bello y corto documento sobre el cine francés publicado en la Revista Alliance Française de Cali en 1995. Luego,
Billy Wilder regresa, esta vez homenajeado a través de su obra con datos,
títulos, e irreverencia “wilderiana”, texto publicado para El Malpensante en el año 2002. De esta misma revista tenemos una
pequeña biografía de Ospina y sus encuentros con el cine: películas, teatros,
categorías fílmicas, cineclubismo, su experiencia como realizador, etc. Finalmente,
en una revista “para hombres”, Luis va directo a la boca, y dice que “hay besos
de besos…”, puro encuentro con escenas y títulos donde el tema es costumbre: desde el primer beso, hasta los besos freudianos.
-Cartas cruzadas: Las cartas enviadas por Luis Ospina a Andrés
Caicedo –De la Ceca a la Meca-, y a Carlos Mayolo –Las cartas sobre la mesa-;
renuevan el encuentro escrito entre tres de los auspiciadores del movimiento
cinematográfico caleño. La intimidad, puesta al escrutinio público, se ve con
otros ojos cuando el tiempo ha pasado y se convierten en objeto de otras
miradas; ahí, encontramos afectos, vivencias, y referencias que al día de hoy
pueden servir para análisis en torno al movimiento de una época con el cine
como telón de fondo.
El rompecabezas de este
libro, armado desde textos de una vida hecha cine, merece cierta atención en
puntos cruciales para identificar alcances y problemas en la obra fílmica de
Luis Ospina. Encontramos una historia que nos mueve por una marca distintiva representada
en la cinematografía mundial, latinoamericana, y colombiana. Libro que podemos
abordar indistintamente desde cualquier capítulo, siempre con un sello especial
donde el juego de palabras es usado para sacarnos una sonrisa, y echarle ojo al
centro de su análisis. Así, usted podrá intervenir en este camino.
Oiga/Vea:
Sonidos e Imágenes de Luis Ospina
En palabras de Ramiro Arbeláez -al presentar
esta compilación-, se trata de un exhaustivo diagnóstico de los significados y
alcances del cine de Ospina. Más de cincuenta artículos dan cuenta de su
cine, iniciando con Oiga Vea escrito
por Andrés Caicedo en 1974 en la Revista Ojo al Cine; finalizando con el texto
de Mauricio Durán titulado Luis Ospina en
el cine independiente colombiano: ¿Independencia o resistencia?, publicado
en el libro Hacer Cine. Producción audiovisual en América Latina (2008). Es
decir, 34 años de información pura, mezclada con entrevistas, festivales, y
demás acciones donde él es centro de foco con sus cortos, documentales y
largometrajes.
Tres partes componen esta publicación con
periodos de estudio definidos: Ospina/Mayolo
(1971-1978); La Ciudad/La Memoria/La Muerte
(1978-1996); Ficción/No Ficción
(1996-2008). Al igual que el primer libro reseñado, acá –a pesar de la
estructura-,el lector puede ir escogiendo a su amaño el documento a leer, con
la posibilidad de optar directamente por aquellos que definen una cinta, como
ocurre con Agarrando Pueblo -1978- que
tiene cuatro artículos, o con Nuestra Película
-1993- con cinco interpretaciones. Lo particular de estos textos es que
mientras los años avanzan, los autores van entrelazando sus obras pasadas encontrando
correlaciones, pauta interesante que describe acertadamente la coherencia del
autor en su trabajo como cineasta.
Compilar, editar, y publicar, parece una tarea
compleja en el que nos vemos abocados algunos historiadores interesados en nuestra
historia del cine. Trabajo editorial que debe ser apropiado por investigadores
del cine ante nuevas revisiones a los filmes de quien es objeto de estudio. En
este caso Luis a través de sus obras en la marca escrita personal, y de
aquellos que lo hicieron en la valoración de la crítica cinematográfica con
encuentros, desencuentros, y posturas diversas que marcan la línea del diálogo
constante en el cine como objeto de estudio.
luisospina.com
Esta página web -al alcance del mundo-, es la puesta en acceso del archivo del director,
posible a partir de su organización monumental de tres décadas de trabajo,
labor realizada a través de una de las becas del Estado enfocada a los archivos
fílmicos, y gestionada desde su amplia generosidad de mostrar gran parte de su obra hecha cine.
Ospina expone en su web lo siguiente:
-Time Line:
1964-2007,
con referencias de sus filmes.
-Biofilmografia:
Con tres partes: Biografía, filmografía, premios
y distinciones.
-Sobre su
obra: Encontramos referencias a libros, artículos, entrevistas, y reseñas,
con accesos directos para escrutinio.
-Videoteca: Simplemente “basta sólo un click sobre el icono de
"play" de las películas para visualizarlas. Puede ampliarlas y verlas
desde nuestra página, o ser redireccionado al canal de vimeo de Luis Ospina”.
-Fototeca.
-Archivo: Con información concreta sobre la actividad realizada en
la organización de archivo junto al esquema de la estructura para su ejecución
y desarrollo, más el cortometraje Pensar-Clasificar.
La concepción del proyecto de intervención realizado por Andrés Arizmendy
y Luisa Fernanda Ordóñez.
-Bibliografía: Organizada con los siguientes ítems: Libros
publicados; como crítico y guionista; sobre su obra.
-Enlaces: Ocho direcciones básicas para cualquier interesado en nuestro
cine.
Los textos “de y sobre”
Luis Ospina, pasan al acervo bibliográfico del Cine Colombiano, contextualizan una
época para entender desde un punto de vista fílmico los escenarios posibles de
representación de un país, una ciudad, y en ella personajes desconocidos o públicos.
Por último, siguiendo a
Jean Renoir con una de sus citas escogidas, en Ospina cabe eso de que “la realidad puede ser muy interesante, pero
una obra de arte tiene que ser una creación”, y eso en Luis, tiene bastante
sentido en retrospectiva.
Bibliografía
-Luis Ospina, Palabras al Viento Mis Sobras Completas, Aguilar, Colombia, 2007.
-Luis Fernando Afanador, Luis Ospina Un Hombre de Cine, premio
Nacional Vida y Obra 2010, Ministerio de Cultura.
-Ramiro Arbeláez, Sandra Chavarro, Luis
Ospina, (eds.), Oiga/Vea: Sonidos e Imágenes de Luis Ospina, Universidad del
Valle, Programa Editorial, Cali, 20011.
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