En el año 1918 se publicó
un “pesado” y voluminoso libro de 725 páginas titulado Libro Azul de Colombia: Bosquejos biográficos de los personajes más
eminentes, con el subtitulo: Historia
Condensada de la República, artículos especiales sobre comercio, agricultura, y
riqueza mineral, basadas en estadísticas oficiales. Recogiendo información
de todas las regiones del país, el valor
agregado del documento son las imágenes que en algunos casos soportan el dato,
convertido en valioso para registrar y sumar a temas de investigación de
interés individual. El caso particular está dirigido a un ejemplo registrado en
el Valle del Cauca con respecto al cine, y que exponemos a continuación.
-Empresarios teatrales
Uribe, Concha & Pinedo
El texto se ubica en la ciudad de Buga e indica:
“Especialidad en películas. Compran y toma en arriendo las últimas novedades
cinematográficas, para los Departamentos de Caldas y el valle. Atienden toda
propuesta par espectáculos teatrales. Capital responsable: $50,000. Residencias: Emmanuel Pinedo, Cali, Valle;
Francisco A. Uribe, Pereira, Caldas; Tulio Concha, Cali, Valle; Uribe, Concha
& Pinedo, Buga, Valle” (pg. 692). Los tres personajes posan para la foto,
en la acera de una casa tradicional bugueña de tapia baja y techada, y una
calle empedrada, cada uno se ubica en perspectiva al espacio, y los objetos de
su negocio fílmico de exhibición entre los que se encuentran carteles, latas de
películas, y fotos que se ubican en la pared como decoración del entorno, sumando
una pequeña maquina de escribir que se sostiene en un trípode, y lo que parece
un rollo de película de un proyector que alcanza el registro del fotógrafo.
Emmanuel, Francisco y Tulio, debieron sentirse
satisfechos al ser escogidos como representantes de un oficio donde
participaban pocos, y del cual se sentían influyentes en los espacios
geográficos que ponen en la nota. Comerciantes del cine, podríamos conjeturar
que los teatros bugueños que usaban los servicios fueron el Teatro Granada –Cra. 12. Calle 9ª.- y el
Teatro Montúfar –Cra. 14 Calle 7ª-,
fantasmas de un pasado desconocido, sin voz en la tradición oral, y ausentes en
su arquitectura local. La exhibición cinematográfica también debió presentarse
en espacios alquilados por los ofertantes, negocio primitivo de los inicios del
cine que todavía en el segundo decenio del Siglo XX se concebía exitoso,
teniendo en cuenta que en Colombia ya los hermanos Di Doménico traían
fortalecido el oficio desde la capital, por lo tanto los tres empresarios se
movían en otras esferas donde tal vez el monopolio de los extranjeros no
alcanzaba y la competencia no existía, quedando lamentablemente sin especificar
las obras que se ofrecían, su nacionalidad, títulos, etc.
El dato presentado suma a los influjos por una
historia del cine en el Valle del Cauca y sus circuitos de promoción y
exhibición, los cuales han estado dedicados, casi en su totalidad, a la ciudad
de Cali, centro promotor cinematográfico de influencia para el país por las obras realizadas en sus
diversos periodos, desde el silente, hasta la actualidad fílmica de sus nuevos
cineastas. Finalmente, para beneficio de la región, hay una creciente
incentivación de festivales y trabajos que recrean nuevas historias de ficción
y documental de la vida cotidiana local, “rostros y rastros” anónimos que se
convierten en movida audiovisual del presente.
Texto de
consulta
-Jorge Posadas Callejas ed., Libro Azul de Colombia: Bosquejos
biográficos de los personajes más eminentes, The J. J. Little & Ives
Company, New York, 1918.
-Imágenes editadas por el autor del blog.
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