13.3.14

Escobar: Un capo ¡Che!

Revisando la amplia parrilla televisiva llegue al canal argentino T&C Sports en su programa de media noche “tiempo extra”, la sorpresa inmediata fue ver a un remedo de comediante tratar de imitar al Pablo Escobar –actor Andrés Parra-  de la serie televisiva colombiana -Escobar el patrón del mal- traspasada a otras fronteras, con ademanes, y un teléfono satelital ochentero que sumaba a los comentarios sexistas dirigidos a una dama compañera de set, y en forma extremadamente ridícula.

Inicialmente me pareció absurdo, pesado y por fuera de contexto, no imagine la misma acción con las denotadas parodias de “Sábados Felices”, por la simple razón de ser un tema delicado, y demasiado reciente en la historia del país,  por lo tanto sensible para muchos ciudadanos in-visibles de la vida social y política. Sin embargo, del lado argentino, el caso no es tan trágico y complicado, se asume como serie televisiva internacional, exitosa, y justa para levantar el rating de su canal televisivo en boga. Ahora, llevando al caso contrario el objeto de análisis -si el programa fuera colombiano-, y apareciera un cómico imitando  uno de los personajes de la dictadura, por ejemplo Jorge Videla, de contextura delgada, vestido de militar, con mostacho grueso, parlando a lo ¡che!, y diciendo “tírenlo al océano”, “llévenlos a la ESMA por comunistas, híncheles las pelotas”, y por casualidad algún ciudadano argentino lo viera, ¿cuál sería su posición?

Interesado por el tema visite la página del periódico El Clarín, encontrando algunas notas sobre la serie y su impacto mediático:

 -Primero, el artículo que da entrada a la serie recién estrenada valorando las actuaciones y la puesta en escena: “Si algún guionista de Hollywood hubiera escrito la historia de Pablo Escobar probablemente hubiéramos pensado que se excedía en imaginación. Sin embargo, Escobar tuvo una vida que traspasó cualquier límite de ficción y la televisión colombiana aprovechó ese material para transformarlo en serie”.

-Segundo, la infaltable entrevista a su protagonista Andrés Parra: “Si no fuera por la huella sangrienta que dejó en la historia colombiana, la figura de Escobar parece de tragedia griega. Si, hay algo de eso. Pablo es como un personaje shakespiriano porque vivió intensamente todos los estados y emociones humanas, y los expresó en toda su complejidad. Es impresionante cómo se inventa a sí mismo”.

-Tercero, la aparición de Carlos Salvador Bilardo –técnico de futbol vinculado en el pasado con el Deportivo Cali y la Selección Colombia-, según él como mediador del cartel de Cali y el cartel de Medellín: “Hay un solo caso, dos o tres, ni sé si hay tres, que no pude arreglar. Este es uno: Pablo con Miguel, no lo pude arreglar. Pablo Escobar, del cartel de Medellín, Miguel Rodríguez y Gilberto Rodríguez, del cartel de Cali... No lo pude arreglar, pero estuve a punto", se lamentó el Doctor en el programa "El equipo deportivo" de radio La Redonda. "¿Viste como me saco las fotos yo con las manitos adelante? Ellos me enseñaron”.

-Cuarto, el futbol en los tiempos de Pablo Escobar: “De todos modos, el principal vínculo de Escobar con el fútbol se dio a través de su intervención en los dos equipos de su ciudad: el Deportivo Independiente de Medellín y el Atlético Nacional. Pero no fue el único narcotraficante en esa búsqueda. El Mexicano asomó la cabeza en el Millonarios, a principios de los ochenta”.

-Quinto, la entrevista a Alonso Salazar, autor de la biografía de Escobar titulada “La parábola de Pablo. Auge y caída del gran capo del narcotráfico”, por el éxito en ventas de su libro a partir de la emisión de la serie televisiva: “Yo creo que es el poder de la televisión, en otros países de América Latina, en Estados Unidos, con el público hispano, también ha sido una serie de muchísimo éxito, al ser el libro la base de la serie también ha crecido en ventas”, explica el periodista, que fue alcalde de Medellín, la ciudad donde operó el cártel homónimo, comandado por Pablo Emilio Escobar Gaviria, el “hombre más importante del mundo después del Papa Juan Pablo”, como le gustaba de sí mismo”.  

-Sexto, un texto que explicaba las implicaciones del éxito de la serie en Colombia con el concepto de “narconovela” , agregando: “Colombia es un país en el que se produce una gran cantidad de telenovelas y series cada año, y entre las primeras polémicas que rondaron a "Escobar…" se contó una ya vieja discusión entre quienes ven en ésta y en otra larga lista de producciones que abordan el problema del narcotráfico ("El capo", "Las muñecas de la mafia", "El cartel de los sapos", por citar algunas) una tendencia apologética y quienes defienden la importancia de mantener presente la violenta historia reciente de la nación sudamericana”.

-Séptimo, la comparación inesperada con el capo de los capos cinematográficos, Don Vito Corleone, “el propio”, “El Padrino”,  juego de diferencias y similitudes, afirma el texto,  en cinco ítems: Geografía humana, lo primero es la familia, el hombre detrás de la máscara, de la ficción a la ficción, si lo digo yo. De la última parte anota el documento de Vito: “No es nada personal, son sólo negocios”, “No quiero matar a todos. Sólo a mis enemigos”, “Los desconocidos no deben saber lo que piensas”. Gracias a los subtitulados, son algunas frases que desentrañamos de los susurros y gruñidos del mentón de Brando. De don Pablo: “Al perro que tiene dinero, se le dice, Señor Perro”. “Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como las hago yo”. Su latiguillo es la palabra “Verraco”, la usa hasta como onomatopeya para eructar”.


Los artículos brevemente reseñados -faltan otros- exponen el interés temático y mediático que ha despertado las serie colombiana en el sur del continente, valoraciones interesantes que suman al repertorio analítico del espectador que se acerca a la pantalla chica para descubrir ese Escobar desalmado, violento, familiar, y demasiado humano. La fama lo antecede, algunos turistas deciden venir al país y preguntar de entrada por Escobar y el narcotráfico, aventurándose a visitar Medellín para realizar la ruta turística del personaje, constante y tonante realidad que marca a Colombia en el exterior, y que obras televisivas vinculadas al género de la “sicaresca” o “narconovela”, explotan comercialmente para beneficios de los canales privados sin importar los medios y las mediaciones.    

El tema tiene mucho de largo y ancho, atractivo para los investigadores de medios televisivos, y sus impactos socioculturales en el entorno del contexto colombiano con estudios de casos internacionales de exhibición. Así que muñecas, traquetos, mexicanos, patrones,  carteles, reinas, mágicos, y demás seres de ese oficio administrativo y comercial exitoso de la cocaína, tendrán su futuro en el análisis del por qué, cómo, y cuándo, se convirtió en fenómeno de la TV.   

Notas de prensa

-La imagen es un montaje realizado por el autor del texto.
  

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