En el repertorio de
cualquier biblioteca - personal o publica-, los diccionarios son importantes
como consultores directos de algunos conceptos que los especialistas e
investigadores asumen en sus pesquisas. Lo que significa en las diversas
disciplinas un repertorio único de vocabularios que el ámbito académico debe
apropiarse para textos escritos o diversos momentos de la vida profesional. En
el caso del cine, la televisión y el
video, tenemos un léxico colombiano
publicado por el Instituto Caro y Cuervo en el año 2000, texto relevante “que
da cuenta de unas dos mil voces que se han introducido en el español colombiano
en las tres últimas décadas”.
La presentación, a cargo
de Jaime Bernal Leongómez, nos indica brevemente el origen e importancia de
este libro:
[…] En
efecto, es sabido que la lexicografía –el arte, la técnica o el oficio de
componer diccionarios (la preferencia por uno de los tres términos no viene al
caso) – se remonta a épocas bien lejanas en la bruma de la historia. Se tiene evidencia de que la primera
actividad lexicográfica fue llevada a cabo por acadios y sumerios en el año
2600 a.C. Se consolidó en Grecia y Roma y desde allí la tarea de elaborar
lexicones se paseó por la Edad Media y en los tiempos modernos ha sido una
actividad valiosísima que se acrecienta cada vez más. […] En ese orden de ideas,
la elaboración de diccionarios monolingües, bilingües, plurilingües, el auge de
las nuevas ciencias y tecnologías impone la necesidad de diccionarios
especializados que le den cuenta del enorme acervo léxico que se llega, desde
todas las disciplinas, al turbulento río del idioma.
Para los iniciados, y
expertos investigadores en las tres vertientes que se especifican, este
diccionario sirve de complemento para su uso efectivo cuando los términos y
dudas asaltan en el proceso de hallar las fuentes, y redactar los informes;
además de ubicarlo didácticamente para emplearlo en la exposición de conceptos
básicos en medio de procesos de enseñanza y aprendizaje de nuestras áreas audiovisuales.
La introducción a cargo de
Luz Marilyn Ortiz S., expone desde los fundamentos teóricos de la lingüística
las formas, momentos, y esquemas en los que se estructura el léxico con
procesos bibliográficos y orales realizados en Medellín, Cali y Bogotá, y
divididos en cinco fases: Recolección de materiales de diversas fuentes
escritas y orales; Revisión de los materiales; Selección definitiva de
entradas; Revisión final y análisis del material por especialistas en los
campos trabajados; Impresión del vocabulario.
Con el siguiente listado
y abreviaturas, el lector podrá navegar en sus páginas:
Tc: Tecnicismo
EG: Español general
J: Jerga
O: Oral
E/O: Escrito y oral
E: Escrito
C: Cine
V: Video
T: Televisión
SIN.:
Sinónimos
Desde “ABERRACIÓN [EG] [E/O]. Defecto
inherente a las lentes y a los sistemas ópticos, lo cual es causa de imágenes imperfectas”,
hasta “ZUMBIDO [EG] [E/O]. Reproducción
acústica de la frecuencia de la red, que se manifiesta en forma de franjas
claras y oscuras cruzando la imagen en la pantalla de un receptor”, encontramos
para el conocimiento y uso las palabras más usadas en el vaivén de los
contextos profesionales cuando el cine,
la televisión, y el video hacen parte de nuestro diario
acontecer desde la producción o la investigación.
Finalmente, debemos
indicar que es un texto encomiable que denota responsabilidad en las búsquedas de
los contenidos, y su organización desde los métodos de una de las disciplinas de
la lingüística. También es importante resaltar que después de 15 años de su
publicación, mucha agua ha corrido en la tecnología, los medios, y esquemas de
interpretación académica a los cuales está dedicado el libro, lo que significaría
un nuevo ejercicio de búsqueda y revisión, eliminando e incorporando conceptos.
*Luz Marilyn Ortiz S.,
Gloria Joya C., Pilar Londoño M., Rigoberto Carlosama O., Léxico Colombiano de Cine, Televisión y Video, Publicaciones del
Instituto Caro y Cuervo CII, Santafé de Bogotá, 2000, (228 páginas).
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