11.8.13

Buga: pueblo patrimonio

La idea de catalogar una población como patrimonio de parte del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo,  es la de convertirla en destino de turismo cultural, obviamente con los antecedentes ya corroborados en la tradición oferta y demanda de personas que usan estos sitios como uno de sus destinos para el esparcimiento veraniego o religioso. La página del ministerio advierte que  “la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia es un programa del MCIT, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Fondo de Promoción Turística (FPT), cuyo fin es fomentar el desarrollo sostenible, la apropiación del patrimonio, y la participación de la comunidad en los municipios con mayor valor histórico y turístico en el país, y que han sido declarados bienes de interés cultural a nivel nacional”.

El patrimonio religioso y arquitectónico de algunas de sus cuadriculas urbanísticas, son el eje sobresaliente para las acciones esperadas con ese nuevo rotulo que se le entrega a la “ciudad señora”, buscando por medio del turismo un factor de crecimiento económico ya vigente y en constate crecimiento para el grupo de los Padres Redentoristas con el Señor de los Milagros, y nulo para otros grupos que se mueven en esa órbita, esperando que esa participación de la comunidad bugueña se vea reflejada en todos los procesos que representan esa motivación estatal, y no en unos pocos empresarios ligados a favorecimientos politiqueros de la administración pública en todas sus instancias.


Deben aparecer nuevas ofertas ligadas al enganche religioso para aumentar la oferta, floreciendo  la creatividad e incrementándose la política cultural, saliéndose de los circuitos del centro histórico y ligándose a las periferias de la ciudad y sus zonas rurales. Desde el aspecto académico en las escuelas y colegios, podría incentivarse ese “cariño oculto” por la ciudad con respecto a su pasado y presente en las necesidades sociales y culturales, además de sus posibilidades para el futuro con esa nueva estrategia de ser patrimonio cultural del país, lo que directamente se liga a la carrera de Licenciatura en Historia de la Universidad del Valle en su sede de Buga, para que su pensum cambie al énfasis o especialidad en patrimonio histórico, oportunidad que aparece en el presente con su coyuntura, y que daría un viraje interesante en sus próximos estudiantes con temas locales y necesarios para el reconocimiento de nuestro entorno. 

Decir que “todo tiempo pasado fue mejor” es una constante en aquellos que entran en la nostalgia de la infancia y juventud al recordar lo que vivieron en su terruño con familia, amigos y sitios especiales de divertimento: las salas de cine clausuradas y convertidas en iglesias cristianas, los charcos en el Río Guadalajara, las rumbas de negocio en casas particulares, los viejos restaurantes, los programas radiales de Voces de Occidente y Radio Guadalajara, la Semana Santa del famoso padre Obando en la parroquia de Santa Bárbara, las actividades de las escuelas y colegios –Manuel Antonio Sanclemente, Graciana Álvarez, Académico, ITA, Gimnasio Central del Valle, y Tulio Enrique Tascón-, las empresas y sus obreros, etc. Apareciendo en las  páginas de Facebook grupos como “Buga por siempre” y “Buga en fotos” que ponen el acento en aquella nostalgia por los espacios urbanos transformados o inexistentes, y los personajes cotidianos y reconocidos por la sociedad ya desaparecidos, patrimonio único  que se rescata en el presente con otros medios, mensajes y acciones destinadas al comentario rápido, sin profundidad y sin el necesario análisis sobre lo que significaron en el entorno social, en conclusión aspectos que se recuerdan y calan en lo cotidiano con la rapidez del instante.  

Gran oportunidad la que se presenta al incluir a Buga como pueblo patrimonio de la nación, momento crucial para intervenir social y culturalmente a la población con un plan que integre sitios de interés, arquitectura, monumentos, reservas naturales, gastronomía, entre otros; por lo tanto la elaboración de cartillas, guías, y videos, sumaran el factor pedagógico de integración con los visitantes, para decirles que el parque de las iguanas también se llama Parque Cabal, que en Buga se estrenó el primer largometraje del cine colombiano en uno de sus teatros, que la religiosidad es pan de todos los días con sus peregrinos externos, que su afluente hídrico refresca los fines de semana, que su zona rural reserva naturalmente el patrimonio de la biodiversidad, etc. ¡Quedan los caballos ensillados!   


Nota para dar en el clavo
Examen juicioso del tema patrimonial venido a menos, y en retrospectiva para evitar que se repitan, sería investigar que sitios de la arquitectura local venidos del Siglo XIX fueron destruidos y transformados ante los antojos mercantiles en los últimos treinta años, algunos con el boom económico alterno implementado por los “mágicos”, ejemplo conciso la casa esquinera de la carrera séptima con calle quinta -en su interior tenía patio empedrado y jardín alterno, piezas y corredores amplios, y dicen, “espanto incluido”-, la cual en su frente pintado con cal de la carrera séptima, fuera homenajeada fílmicamente en La Virgen y el Fotógrafo -1983- por Luis Alfredo Sánchez; destruida para construir una serie de apartamentos que cambiaron drásticamente el entorno urbanístico de la calle, ¿qué pasó con la curaduría urbana?, ¿por qué se destruyo un bien de interés patrimonial y  arquitectónico?

Fuentes

Imágenes


Tomadas de “Buga por Siempre”, página de Facebook
-Teatro Montufar –sin año-,  Cortesía Claudia Guerrero. Archivo, Álvaro Guerrero.
-Imagen esquina carrera séptima con calle quinta –sin año- 

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