13.10.09

Buenos Muchachos


Por: Yamid Galindo Cardona.

“Desde que tengo uso de razón, siempre quise ser un gánster”, frase de Henry Hill –Ray Liotta-, personaje que narra tres décadas en la vida de la mafia en la intensa, atrayente y magníficamente lograda obra de Martín Scorsese titulada Gooddfellas –Buenos Muchachos-. La historia es verídica, y considerada por algunos críticos como la mejor película de gángsters de todos los tiempos, presentando las relaciones internas, externas y familiares de diversos seres humanos de pasado italiano e irlandés establecidos en la gran urbe norteamericana representada en New York, y sus negocios sucios; las acciones que se dan, los encuentros y desencuentros en la delgada línea de la ilegalidad que da un giro final hacia su opuesto, hace que ellos sean considerados “buenos muchachos”.

Observamos en la actualidad dos series televisivas en plena competencia por el rating, las dos recrean la vida de “Buenos Muchachos”, guiones adaptados a partir de nuestra cotidianidad con estos personajes –denominados mafiosos, traquetos, mágicos, etc.-, y sus relaciones sociales y económicas; mostrando la corrupción, opulencia, ordinariez, maldad, y “buen vivir” al lado de mujeres encantadas por la facilidad de obtener lo que desean. Es la recreación audiovisual de un pasado reciente, con espacios comunes que no son ajenos a aquellos que habitamos esos sitios donde estos personajes confluyeron, o por el contrario por el hecho de haber conocido a alguien que se involucró y malogro bajo dos acciones, la cárcel y la sepultura.


Igualmente encontramos “Buenos Muchachos” en nuestra vida política e histórica, por ejemplo:

-Buenos muchachos aquellos que incendiaron el país hasta el punto de provocar la violencia política partidista a mediados del siglo XX.
-Buenos muchachos los políticos que se dividieron el país bajo una “dictadura democrática” denominada Frente Nacional.
-Buenos muchachos algunos presidentes que quisieron reelegirse y se han reelegido.
-Buenos muchachos algunos grupos guerrilleros que dieron un giro a su plataforma subversiva y política, y se convirtieron en plenos delincuentes.
-Buenos muchachos aquellos que apoyaron una medida política denominada “estatuto de seguridad”.
-Buenos muchachos aquellos que han frustrado los procesos de paz en Colombia.
-Buenos muchachos aquellos que aniquilaron un partido político llamado Unión Patriótica.
-Buenos muchachos los dirigentes de izquierda que no toman distancia de las FARC.
-Buenos muchachos los “padres de la patria” que con su “sabiduría” han aprobado leyes en detrimento del grueso de la población durante los últimos veinte años.
-Buenos muchachos aquellos políticos que crearon y apoyaron grupos de autodefensas o paramilitares en algunas zonas del país.
-Buenos muchachos los políticos que se aliaron con los paramilitares para refundar la nación.
-Buenos muchachos nuestros héroes del ejercito nacional que bajo los “falsos positivos” acabaron con la vida de gente inocente y pobre.
-Buenos muchachos aquellos periodistas que no son objetivos.
-Buenos muchachos cada uno de los ministros del actual gobierno que han ayudado a cambiar la Constitución Política de Colombia a favor de su jefe.
-Buenos muchachos los hijos del presidente que se han convertido en importantes empresarios de zonas francas.
-Buenos muchachos los detectives del DAS que chuzan las llamadas de los que consideran detractores de este gobierno.
-Buenos muchachos los Ministros de Agricultura, que bajo su gerencia le dieron subsidios no reembolsables bajo el “hago ingreso seguro”, perdón “Agro Ingreso Seguro” a los amigos del presidente.
-Buen muchacho este presidente que se cree el “redentor” de la patria bajo la sacra obra de Dios.

Seguro cada lector tendrá un listado de “Buenos Muchachos” para realizar o aumentar a mi propuesta, y seguro, aparecerán en el trascurso de los días nuevos “Buenos Muchachos” que bajo sus acciones se ganaran ese rotulo.

-Imagen: Sin título, 1980. Papel impreso quemado y humo sobre cartón. 55x70 cm. Juan Camilo Uribe

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