27.10.08

Ratas en el inodoro, Ratas en la casa, Ratas en el cine

Por: Yamid Galindo Cardona

Desde que tengo uso de razón les tengo miedo a las ratas, y los recuerdos abundan en espacios como las casas en la que he vivido, la finca que más he visitado, algunas películas que he observado, tres teatros visitados, y por último, y más reciente, razón por la cual escribo sobre ratas, el retrete.

Siempre he evadido la responsabilidad de solucionar un problema –es decir, espantarla o matarla- en el que están inmiscuidas, por razones de aseo, higiene y seguridad. No es bueno convivir con ellas, así para algunas sociedades como la hindú, tenga merecimientos de divinidad, inclusive con templo a bordo para sus oraciones donde son alimentadas y prácticamente se conviva con millares, dejando que libremente mueran y siendo los seres humanos los que las recojan para echarlas a un caldero y así controlar su putrefacto olor. O por el contrario están algunos orientales que decidieron ver en las ratas nutrientes para su dieta diaria y la ponen de vez en cuando en la mesa servida al vapor, asada o en bistec, colocando como principio dos reglas: 1-Si se mueve, es susceptible de ser digerida. 2-Si se ve bien, cómela.

Supe por experiencia de una de mis hermanas, la penosa tarea que fue matar una rata cuando esta salía de su inodoro en plena madrugada cuando ella se dirigió al baño, teniendo tan no grata sorpresa que de seguro alerto al resto de personas por sus gritos y golpes al roedor descarado, al conocer esta situación, espere que nunca me sucediera, porque no sabría mi reacción ante el pavor que les tengo, además uno nunca espera encontrar un bicho de estos en su retrete. Pero el día llegó y fue la semana pasada con la salvedad de que la desgraciada estaba ahogada, pero en un principio pensé que estaba viva, la escena que se me asemeja a un acto surrealista dicho de filmarse, fue así: Me levante a las 7:30 de la mañana y me dirigí como siempre lo hago, a hervir agua para hacer café, seguidamente entre la baño como entre dormido y despierto para orinar, en plena acción decido observar el fondo del inodoro para eso que llaman “apuntar bien”, cuando noto cierto animal de color negro mostrando uno de su lados, no podía ser sino una miserable rata, lo que yo nunca espere que me sucediera, sucedió. Me entro pánico, que acabo de un solo corte mis ganas de orinar, y salí corriendo, imaginando que el roedor había saltado del agua y me perseguía, lo que pude comprobar después de quince minutos por fuera del apartamento y con la calma requerida para asumir este reto solo. Regrese al baño y constate que la rata estaba ahí pero muerta, así que tenía dos opciones para solucionar el problema, meter mis manos con guantes y sacarla de allí para depositarla en una bolsa y echarla en la basura, o vaciar el tanque de agua para que regresara por donde vino, lo que me ponía en duda ante la posibilidad de que se quedara estancada, algo que al final comprobé negativamente porque descargue el tanque, algo que hice como diez veces. Lo que siguió fue prepararme para mi vida cotidiana en esta ciudad, algo que a medias hice porque el trauma no lo supere por muchas horas y días, llegando al extremo de cerciorarme hasta más no poder que el baño estaba limpio de estos animalejos, y así poder entrar con confianza.

Las casas donde viví mi niñez y juventud siempre fueron grandes, acorde a la cantidad de miembros de mi familia, teniendo arraigado el recuerdo de una en particular en donde sus metros cuadrados casi que albergaban la manzana entera, con zaguán, muchos cuartos, solar y dos patios, precisamente era uno de estos últimos el albergue predilecto de las ratas. Bueno es decirlo y recordarlo, mi papá siempre aprovecho cualquier pedazo de tierra para sacarle provecho sembrando algo, casi siempre maíz u hortalizas, trasladaba sus labores semanales de la finca a la casa, una extensión más de su trabajo preferido, inclusive en algunos de los casos, aprovechándose del espacio público, ejemplo de esto es el secado del café, que ante la cantidad de la cosecha, los planchones en la finca no daban abasto y el hombre traía sus bultos y los echaba a veces en la cancha de baloncesto del parque o en unos metros de la calle, recuerdo esto porque ante los oficios que esto ameritaba con la siembra por ejemplo de perejil, muchas horas pasaba allí en oficios como el riego de agua o quitar la maleza, y muchas veces tenía que lidiar con mis miedos a las ratas; esta gran casa que pertenece al patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buga por su antigüedad, era o es un refugio para las ratas, allí no valió gato, ni trampa, ni veneno para desterrarlas, ya que sus vecinas igual las albergaban, algo así como una sociedad bien organizaba que tenia escapaderos por cualquiera de sus frentes laterales en caso de emergencia; allí ante la resistencia que les tenía, me tocaba sacar valor día a día en caso de topármelas, prueba medio superada que con el tiempo aún me fastidia.

En el cine y la televisión, las ratas son usadas como protagonistas principales para algunas escenas, creando en el espectador cierta zozobra ante la imagen de un roedor que pasa sobre el cuerpo de uno de los protagonistas, o como forma decorativa ante un espacio oscuro y de terror, enviándonos el mensaje que sólo allí conviven las ratas. En la década de los ochentas y bien entrados los noventa del siglo XX, en Buga existían cinco salas de exhibición cinematográfica: Teatro Buga, Teatro Santa Barbará, Teatro Municipal, Teatro del Hospital –no recuerdo ahora su nombre, pero se que quedaba en las inmediaciones del hospital San José-, y el Teatro María Cristina que luego cambio su nombre a Cinema Centro, de estos teatros en la actualidad solo funciona abierto para toda la comunidad el último de los nombrados, el resto cerraron o pasaron a exhibir porno; en uno de esto teatros observé una película titulada La Revolución de las Ratas del año 1971 dirigida por Daniel Mann, película con tintes vengativos de parte de su personaje principal que amaestraba estos roedores para cometer sus crímenes –en contra de su padrastro y otros personajes-, teniendo como líder a una rata blanca llamada Ben base de argumentación para seguir otras partes, tal vez asistí para aterrarme un rato, y recuerdo mucho a Ben; este cine hace parte de lo que se conoce “clase b”, que manejaba poco presupuesto e historias muchas veces truculentas, género muy apetecido por un cinéfilo reconocido en la década de los setentas en Cali, quien se sumergía en la oscuridad de los teatros céntricos para digerir estas historias. El segundo recuerdo cinematográfico con las ratas como protagonistas sucedió en la trilogía de los colores –homenaje a la bandera francesa- del director Krzysztof Kieslowski, en Azul una mujer –protagonizada por Juliette Binoche, contaré lo que me interesa del film para este tema-, ante la tragedia del accidente automovilístico donde pierde a su esposo e hija, decide abandonar todas las referencias materiales y afectivas que la ligan a sus recuerdos familiares, incluyendo el cambio de casa, ante lo cual alquila un apartamento, teniendo la mala suerte de encontrar en una de sus habitaciones una rata recién parida con muchos ratones, su miedo y ansiedad es tan grande que no soporta la idea de ver esa rata llena de crías y ella tan afligida con su duelo familiar, además de los secretos que ha descubierto después de morir su esposo, como por ejemplo que tenia una amante y que esta embarazada; ante la dificultad de tener una cría de rata en su espacio, decide prestar un gato, el cual es traído en la noche para ser introducido en el cuarto y que este haga su festín rico en proteína animal ratuna, escuchar los ruidos e imaginarse lo que sucede es insoportable, decidiendo pasar la noche en otro sitio, metáfora entre la vida y la muerte en la que la protagonista está envuelta, colocándola como verdugo, paradoja de la vida que le toco vivir.

El antiguo Teatro Municipal de Buga, celebre en la historia del cine colombiano por ser el sitio donde se estreno nuestro primer largometraje titulado María de Máximo Calvo y Alfredo del Diestro -adaptación de la obra cumbre de Jorge Isaacs-, fue un lugar que con el tiempo tuvo su declive ante la falta de asistencia y gestión local, que trajo como resultando su deterioro arquitectónico –parece que recibió una restauración y espera ser culminada para reabrir nuevamente- algo palpable en el hecho de que las ratas salían del piso de madera en una fiesta constante de ida y venida que obligaba al espectador arriesgado observar la película con los pies levantados o cruzados en la silla, toda una posición de faquir, no viví esta situación, pero la traigo a colación por lo que sí me sucedió en dos teatros caleños, uno definitivamente cerrado y convertido en iglesia cristiana –triste destino de nuestros Teatros de Barrio en Colombia- y el otro…; inicialmente fui una tarde al Teatro San Fernando para observar la reedición de la película Help protagonizada por el grupo de rock británico The Beatles, ante la poca asistencia que había, era fácil escoger un espacio para estirar los pies y colocarlos encima de la silla delantera y no fastidiar a nadie, a la media hora de empezada la cinta, pude notar por mi percepción visual que algo se movía sobre la delgada línea de las sillas ubicadas una al lado de la otra en dirección del sitio donde yo postraba mis pies estirados, lo que significó una reacción inmediata de estiramiento para ver que era, y confirmar mis sospechas, un rata enorme del tamaño de un conejo, de seguro alimentada de mecato y crispetas, toda una “cinéfila”, acto seguido salí despavorido de la sala a encontrar la luz y comentar brevemente lo sucedido al portero, quien sin más explicaciones me dijo que no era la primera vez que se quejaban y que no estaba en sus manos la solución. Después de muchos años conseguí una copia de Help en Dvd, y observé la película sin roedores a mi lado. El segundo teatro fue la Cinemateca la Tertulia –sitio donde laboré por diez años-, en plena función y con muy poca gente, algo que se volvió costumbre en esta sala, dos de los asistentes al termino de la función de siete de la noche, me comentaron un poco relajados y si extrañados, la visita de dos ratas en plena función al frente de la pantalla, iban y venían juguetonas ante las imágenes que se reflejaban en el piso de madera, hasta que se perdieron en la oscuridad del cuarto adyacente a la pantalla; ese relajamiento de los espectadores, se vio contrastado con mi rostro de pavor, bastante era para el portero tener que salir al cuarto del aire acondicionado que queda por fuera de la sala al lado de un matorral y toparse con ese gran roedor llamado zarigüeya o vulgarmente “chucha”, para tener que convivir con las ratas en la sala, la solución vino de mover los cachivaches -obviamente no lo hice yo- de ese cuarto continuo y colocar veneno, además de llenarme de mucho valor y olvidar la situación.

Recuerde, si va ir al baño, cerciórese de que no haya una rata nadando, tal vez esta ahogada o quiere salir para seguir su camino. Si vive en una casa antigua o inclusive nueva, tenga siempre a su lado una persona valiente que haga lo que usted no es capas de hacer cuando se topa con este roedor. Si va a cine –no deje de ir-, escoja uno de su confianza, igual casi siempre las imágenes en movimiento nos recrean a esta especie.

13.10.08

Se Quedaron Esperando el Premio Nobel de Paz

Mis sentimientos están como mi corazón, a la izquierda;
mi razón, como cerebro, al centro;
mis odios y mis resentimientos en mi pequeña vesícula biliar, a la derecha.

Héctor Abad Gómez



Por: Yamid Galindo Cardona


La semana pasada los medios de comunicación colombianos estuvieron insistiendo en sus noticias sobre la posibilidad de que la ciudadana Ingrid Betancourt ganara el Premio Nobel de Paz, ya que había sido postulada para dicho galardón. Seguro tuvieron a sus periodistas listos para el momento en que se diera el veredicto desde el mismo país sede de esta distinción, así como vigilantes de los pasos de la mujer delgada con cara de tristeza, y supuestamente una de las más seguras candidatas presidenciales en los próximos años, a partir de la insistencia mediática con que se maneja este tema en Colombia y el resto del mundo. Si el premio hubiera sido a favor de la colombo-francesa -últimamente más francesa que colombiana-, nos hubieran fatigado hasta más no poder, así como lo hicieron con su connotada liberación “sospechosa” en la operación jaque, con entrevistas en vivo y en directo, con preguntas fastidiosas de la acelerada Claudia Gurisatti, con la aparición del hombre fuerte de palacio anunciándonos sobre la importancia de este premio para la paz en Colombia y hablando con ella vía telefónica marcando sintonía para su canal privado gobiernista; muchos colombianos hubieran hinchado su pecho nacionalista y uno que otro hubiera cantado el himno e izado la bandera tricolor como en pleno acto de eliminatoria mundialista, además se vendrían las columnas de opinión en los periódicos nacionales, y muchas otras situaciones que se nos podrían ocurrir.

¿Qué hizo Ingrid Betancourt para ser postulada? Nada, estar secuestrada por la FARC y el haber sido rescatada por el gobierno de Colombia. Su presencia era importante por ser de doble nacionalidad, botín de guerra de las dos partes, de la guerrilla por haber sido una candidata presidencial crítica y arriesgada en sus opiniones sobre el conflicto interno, lo que precisamente la llevó a la mala idea de ir a San Vicente del Caguan, antigua zona de distención del gobierno “viajero” de Pastrana para hablar con este grupo, algo que ellos aprovecharon para secuestrarla; del gobierno, la oportunidad para demostrarle al mundo que los rescates si se pueden realizar, que el acuerdo humanitario pasa a segundo plano por el fortalecimiento de las fuerzas militares, y que ella es testimonio vivo del éxito en su política de su seguridad anti-democrática, teniendo alto relieve por ser extranjera. En la deplorable acción de quitarle la libertad a un ser humano, como estrategia de guerra y presión política que realiza las FARC en nuestro país, solo queda decir que es una grave acción que los ha alejado de la población que confiaba en ellos desde el momento mismo de su creación en plena violencia partidista. La figura de Betancourt cobra importancia en toda esta problemática por su inteligencia y resistencia, tal vez los dos premios que deben dársele en este momento, la inteligencia que tiene para poder analizar nuestra situación actual por haber estado en los dos extremos, la cual debe usar aquí, en el terreno de fuego y juego, y no allá, en las esferas eurocentristas de los parlamentarios que escasamente conocen la raíz de nuestra problemática desde un contexto cultural, económico histórico, político y social; su laurel a la resistencia por no declinar en el agobiante y tortuoso día a día en la maraña que la hospedaba, bajo el vigilante fusil en un campo de concentración.

En Colombia hay miles de personas que sufren y han sufrido con la violencia, es casi seguro que en cada una de nuestras familias conozcamos un caso, desde aquel que narra los acontecimientos donde se perseguía al abuelo o padre por ser liberal o conservador, o la entrada en ese circulo vicioso del narcotráfico que al día de hoy esta aunado con el estado, la guerrilla y los paramilitares; victimas de esta violencia encontramos en cada región de nuestro país, personas que luchan día a día por saber de sus familiares y amigos, mujeres que se organizan para hacerse escuchar y realizar actividades en pro de que no se olvide el dolor humano que las lastima –esposos, hijos, padres asesinados, secuestrados, desaparecidos, enterrados en fosas comunes o tirados a los ríos- , u hombres que deciden caminar y caminar en la difícil geografía colombiana para llegar a la capital y decirnos que su hijo esta secuestrado hace más de diez años, y el estado no quiere hacer nada para traérselo, así sea uno de sus empleados; estas personas reunidas en una sola organización merecen más un nobel de paz que la figura mediática de la mujer con cabello largo y hablar pausado de aire afrancesado, ella no ha hecho nada por la paz de Colombia, su historia hace parte del entramado histórico actual, que como sucede con lo mediático tiene sus altas y bajas, sobretodo en un país donde cada noticia rebasa a la anterior, algo en lo que ayudan nuestros medios, que en gran porcentaje se convierten en faranduleros del hecho, y en poco analíticos del suceso.

Analizando la competencia que tenía Ingrid Betancourt para ganar el nobel de paz, la verdad era bastante difícil que se lo otorgaran –recordemos que ella es una figura encumbrada mediáticamente aquí en Colombia-, entre sus contendores estaba el que a la postre fuera ganador, el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari quien ya en numerosas ocasiones había sido seleccionado como finalista, y quien si tenia los pergaminos para ganar y ser poseedor de tan digna mención, por lo anterior presento el comunicado del comité nobel noruego para conocer un poco de su actividad:

El Comité Nobel Noruego ha decidido otorgar el Premio Nobel de la Paz de 2008 a Martti Ahtisaari, por su importante labor, en varios continentes y en más de tres décadas, para resolver los conflictos internacionales. These efforts have contributed to a more peaceful world and to “fraternity between nations” in Alfred Nobel’s spirit. Estos esfuerzos han contribuido a un mundo más pacífico y "fraternidad entre las naciones" de Alfred Nobel del espíritu. Throughout all his adult life, whether as a senior Finnish public servant and President or in an international capacity, often connected to the United Nations, Ahtisaari has worked for peace and reconciliation. A lo largo de toda su vida adulta, ya sea como un alto funcionario público finlandés y Presidente en ejercicio o en una capacidad internacional, a menudo vinculadas a las Naciones Unidas, Ahtisaari ha trabajado en pro de la paz y la reconciliación. For the past twenty years, he has figured prominently in endeavours to resolve several serious and long-lasting conflicts. Durante los últimos veinte años, ha ocupado un lugar prominente en los esfuerzos para resolver los graves y duraderos conflictos. In 1989-90 he played a significant part in the establishment of Namibia’s independence; in 2005 he and his organization Crisis Management Initiative (CMI) were central to the solution of the complicated Aceh question in Indonesia. En 1989-90 jugó una parte importante en el establecimiento de la independencia de Namibia y en 2005 él y su organización Iniciativa de Gestión de Crisis (CMI) son fundamentales para la solución de la complicada cuestión de Aceh en Indonesia. In 1999 and again in 2005-07, he sought under especially difficult circumstances to find a solution to the conflict in Kosovo.En 1999 y nuevamente en 2005-07, buscó en circunstancias especialmente difíciles para encontrar una solución al conflicto en Kosovo. In 2008, through the CMI and in cooperation with other institutions, Ahtisaari has tried to help find a peaceful conclusion to the problems in Iraq. En 2008, a través de la CMI y en cooperación con otras instituciones, Ahtisaari ha tratado de ayudar a encontrar una conclusión pacífica a los problemas en Iraq. He has also made constructive contributions to the resolution of conflicts in Northern Ireland, in Central Asia, and on the Horn of Africa. Él también ha hecho contribuciones constructivas a la resolución de los conflictos en Irlanda del Norte, en Asia Central, y en el Cuerno de África. Although the parties themselves have the main responsibility for avoiding war and conflict, the Norwegian Nobel Committee has on several occasions awarded the Nobel Peace Prize to mediators in international politics. Aunque las partes tienen la responsabilidad principal de evitar la guerra y el conflicto, el Comité Nobel Noruego ha en varias ocasiones galardonado con el Premio Nobel de la Paz a los mediadores en la política internacional. Today Ahtisaari is an outstanding international mediator. Hoy Ahtisaari es un mediador internacional. Through his untiring efforts and good results, he has shown what role mediation of various kinds can play in the resolution of international conflicts. A través de sus incansables esfuerzos y buenos resultados, que ha demostrado el papel de mediación de diversos tipos pueden desempeñar en la resolución de los conflictos internacionales. The Norwegian Nobel Committee wishes to express the hope that others may be inspired by his efforts and his achievements. El Comité Nobel noruego desea expresar la esperanza de que otros pueden ser inspirados por sus esfuerzos y sus logros. Oslo, 10 October 2008 Oslo, 10 de octubre de 2008[1]

Esperamos que Ingrid Betancourt se inspire en los logros del ganador del premio nobel de paz, que recoja sus prácticas de mediación, o en su defecto que tengamos la posibilidad de que la organización CMI trabaje en nuestro territorio con su misión en pos de fortalecer la capacidad de la comunidad internacional en la gestión de crisis global y la resolución de conflictos, con las diversas redes interesadas combinando el análisis, la acción y la promoción; con un papel de gestión en crisis muy importante resumidos en cinco puntos: Promoviendo la seguridad sostenible en una forma pionera; reuniendo a los actores para buscar soluciones a los problemas de seguridad; participando en la creación de capacidades entre la comunidad internacional en la prevención, resolución y transformación de conflictos; defendiendo soluciones para la seguridad; utilizando enfoques globales que unan a la seguridad y el desarrollo, la buena gobernanza, la justicia y la reconciliación. Tal vez es muy utópico pensar que un gobierno como el actual permita la participación de una organización como CMI, debido a los intereses que se ponen en juego cuando de paz se trata de hablar en Colombia, es decir, el sostenimiento de un aparato militar, de un vendedor armamentista extranjero, de entregar tierra para una verdadera reforma agraria, cambiar el presupuesto de guerra para el desarrollo educativo etc.

Se quedaron esperando el Premio Nobel de Paz los medios de comunicación para hacer del hecho una pasarela informativa el día de su entrega el 10 de diciembre del año en curso, anunciándonos el vestido confesionado por el diseñador de moda y llevado por Ingrid, su peinado –haciendo eco si se corto o no el cabello-, el antes, el después, lo que usted no vio, el perfil biográfico etc. Se quedo esperando el presidente de la in-seguridad democrática el premio para sacar pecho sobre su obra militar, y poner nuevamente en la opinión su acción bélica, juego que siguen al pie de la letra su RCN y medianamente Caracol, los dos canales televisivos privados que el conglomerado criollo de la población observa; gracias a la buena labor del jurado en Oslo, a Ingrid Betancourt no le dieron el nobel de paz, nos ahorraron a muchos el fastidio de escuchar y ver algunos medios de in-comunicación internos, incluyendo el que se encuentra en el Palacio de Nariño.

Seguiremos entonces conformes y dichosos de tener a Gabo y sus Cien Años de Soledad como el único ganador del premio nobel, pero de literatura, que indirectamente es de paz, aquella que sentimos cuando nos regocijamos con su historia macondiana fantástica, ayudándonos a soportar la realidad que vivimos, aquella que posee tiempos difíciles y fáciles, ¡al fin vida!



[1]Los datos que hacen referencia al CMI –Crisis Management Initiative- fueron tomados de la página web: http://www.cmi.fi/

12.10.08

Variaciones en torno a los medios, dos marchas y su polarización

Por: Yamid Galindo cardona

Colombia es un país que posee un conflicto interno de larga duración. Necesario para nutrir las noticias de nuestros canales públicos, privados y regionales, los cuales invierten en una franja de su parrilla, un tiempo considerable con el fin en mostrarnos cual fue el último político vinculado con la para-política; el último ataque guerrillero o por el contrario el último guerrillero “dado de baja”; el último secuestrado liberado; los últimos soldados “asesinados” por los narcoterroristas; inclusive tienen un espacio para hablar de la política desde un punto farandulero, -la cosa política en “RCN” y el código “Caracol”, como por ejemplo, que le dijo el presidente a sus ministros en la Casa de Nariño y a puerta cerrada –es decir en secreto- sobre la situación con Ecuador y Venezuela; o que el reloj rolex encontrado a cierto personaje, en su estado de muerte, era pirata y había sido comprado en España. Para cambiar inmediatamente a una noticia insólita: un gallo de pelea en la costa atlántica “macondiana”, ha decidido calentar los huevos de una de sus gallinas, por lo cual su tesón y bravura en la gallera, ha sido puesta en duda. Luego los deportes y la escala de goles trasnochados de nuestro torneo profesional de fútbol; siguiendo la sección médica que en muchos de los casos corresponde a los intereses de un producto o diagnóstico que necesita ser publicitado; y finalmente la tan esperada presentación de las modelos que con sus vestidos cortos, mostraran el último chisme de la farándula criolla, y promocionaran el nuevo producto novelesco de las noches familiares, algo que solo sucede en las noticias colombianas de nuestra televisión, y que quisiéramos cambiara en su factura, es decir, cada cosa con su programa: lo cultural, la farándula, la salud etc., en una franja diaria que involucre la tarde y la noche, sacando del aire los refritos colombianos realizados por mexicanos o viceversa; en resumen, hacer de la televisión un espacio agradable y lleno de interés con temáticas diversas –que cada uno escoja-, pero eso es algo utópico, ya que las pautas comerciales sostienen el negocio, y ante eso, nos toca seguir mamándonos los 15 minutos de pauta, con canales arrastrados al gobierno de turno, otros que se mueven en el equilibrio de la marea, y finalmente aquel que hace oposición y se trasmite solo el fin de semana y poco es visto.

Ante esa situación expresada en el anterior párrafo, en cuanto los medios, es necesario entrar en otro tema que me convoca; en lo corrido del año, nuestro país ha sido testigo de un sinnúmero de hechos noticiosos que nos mantienen en vilo y cierta medida divididos. Cierta polarización que puede ejemplificarse en las dos marchas realizadas entre los meses de febrero y marzo, y que tuvieron como destino la plaza de Bolívar, la misma que ha servido para inaugurar eventos artísticos como el festival iberoamericano de teatro; el duelo nacional por la muerte de un humorista político; la agitación por un 1º de mayo; la llegada de un caminante y su debate público con el show del primer mandatario; el recuerdo del magnicidio de un partido político; y finalmente entre muchos usos que se le ha dado, el de una mujer valiente que grita y grita como cabeza visible de un movimiento que lucha por el intercambio humanitario, en donde cabría su hijo, un servidor del estado vinculado a las fuerza militares.

Para la marcha del 4 de febrero se utilizó una red electrónica llamada Facebook, lo cual incentivó a un porcentaje alto de la población a salir vestida de blanco contra un actor natural de nuestra agitada historia política y social llamada FARC, y que precisamente en la actual administración, se ha convertido en el enemigo a vencer desde su ministerio de santificada defensa. Esa marcha tuvo un patrocinador único y efectivo, el gobierno nacional, lo cual posibilitó un mejor engranaje organizativo y mediático para su éxito. Lo anterior facilitó que los noticieros de radio y televisión de las dos empresas más reconocidas, estuvieran en directo comentando detalle a detalle como transcurría ese día particular. Era notable observar como los centros de estética no dieron abasto para algunas damas que querían lucir bellas ante la ocasión; como algunos actores de nuestra farándula se agrupaban para gritar consignas; y finalmente, como al medio día, Bogotá se convirtió en una mancha humana de color blanco sobre las principales calles de la ciudad y su mayor concentración en la plaza de Bolívar, todo con un objetivo: repudiar las acciones de un grupo guerrillero de trayectoria bélica, que cambió su génesis de lucha por otros medios censurables.

Una organización no gubernamental –Movimiento Nacional de Crímenes del Estado-, que vela por los intereses de las victimas del conflicto por parte de las fuerzas de derecha llamadas paramilitares -y del mismo gobierno- programó y citó para el 6 de marzo su marcha. Contraria a la anterior jornada, el gobierno ofició como critico, ya que uno de sus asesores asumió la responsabilidad gubernamental de anunciar a fuerte voz –dando como resultado luego de esa jornada, amenazas de muerte contra muchos de sus organizadores- que esa marcha era patrocinada por las FARC en retaliación a la del 4 de febrero donde el país se expresó por las acciones beligerantes y extremistas. Sin embargo, todo ese ambiente gravado no hizo mella en sus organizadores, y por el contrario se sumaron muchas organizaciones de derechos humanos, universidades, sindicales obreras, algunos partidos políticos y grupos independientes representados en la población afrocolombiana e indígena. Las consignas cambiaron, esta vez el responsable era el gobierno y sus políticas expresadas en la “seguridad democrática”, las medidas económicas y su cercanía siamés con los Estados Unidos, donde uno es más dependiente del otro.

Las dos marchas fueron exitosas, en la del 4 de febrero los carteles abundaban en contra de una sola organización, que trajo como resultado una recolecta de firmas para un tercer mandato presidencial que al día de hoy se incrementa en plena séptima bogotana. En la del 6 de marzo el efecto social era más palpable, así como se criticaban las acciones oscuras que han atentado contra muchos colombianos, se pedía una mejor estructura social representada en la economía y la educación, es decir, más atención al cultivo educativo para salir de la “hecatombe”, y menos inversión a la guerra que no vislumbra resultados que beneficien al gran conglomerado de la población. Si el país se vistió de blanco en un hecho representativo y simbólico de la paz, el 4 de febrero; los colores abundaron el 6 de marzo, digna expresión de alegría y duelo para que en este país acaben las injusticias de toda índole. Para el 4 de febrero las fuerzas especiales de la policía –con sus vestimentas negras de terror- no estuvieron vigilantes de los posibles desordenes que una marcha podría suscitar; para el 6 de marzo sí, en plena entrada del capitolio nacional con la mirada cómplice de la estatua de Tomás Cipriano de Mosquera, tomaron la decisión de culminar la manifestación, apunta de corretear a una tribu urbana que se dice anarquista al lanzamiento de gases lacrimógenos. Si el tricolor nacional fue uno de los símbolos más importantes del 4 de febrero, lo cual despertó indudablemente un nacionalismo extremo con mano directa al corazón; el 6 de marzo un grupo de universitarios trasladaron sobre la carrera séptima en vía a la plaza de Bolívar una gran bandera, expresando una nueva visión de lo que debe ser la bandera nacional, cambiando el color rojo por el verde, exorcizando esa sangre que derramaron nuestros héroes patrios, por la esperanza de un país que desea menos guerra.

Finalmente en el país esta sucediendo algo, la indeferencia ha cambiado por la presencia. El dolor humano esta expresado en diversas manifestaciones: novelas, obras de arte, películas, marchas etc., la inmovilidad ante el desastre humano ajeno, ha terminado un poco, siendo difícil e imposible sentirlo si no se ha vivido. Pero, como se percibe, no podemos ser ajenos ante eso que observamos en la prensa, la televisión, el vecino o el amigo. Cada vez son más las voces que claman por un mejor bienestar humanitario, político, económico y social; así nuestras tendencias sean diferentes, obviamente que los intereses ajenos y locales tienden siempre a beneficiar unos pocos, aquellos que bajo las prebendas post-electorales vienen a reclamar lo suyo, como botín de guerra en plena paz.
-Escrito en mayo de 2008-