Celebrando el
día del patrimonio audiovisual instaurado por la Unesco en el año 2005, lo
hacemos con un texto escrito en el año 1914 por Tulio Hermil, documento que
hace parte de la cultura letrada de nuestro país enfocada en la crítica y notas
de cine que aparecían en nuestros periódicos de principios del siglo XX. ¿Qué
es el cine? responde a un momento especial de las posibilidades que encuentra
el autor en ese momento con respecto a su “dispositivo civilizador”, conectando
sus ideas con la adaptación de una obra de la literatura universal en ese
antiguo ejercicio vigente aún que relaciona la literatura y el cine.
Adelantado al
título del libro de André Bazin en 1958, la pregunta del autor nacional es
vigente, y repensada constantemente en función de las formas y medios de
acercarnos al encuentro con las imágenes en movimiento con sus lenguajes cinematográficos
y formas de divulgación. Si en 1914 la pregunta apenas se centraba en dos de
sus “problemas” traídos de la emergencia de la producción europea y estadounidense;
en la actualidad la replicamos en función de su transformación ante los medios
educativos y su puesta en escena en espacios que se amplían representados en
festivales, muestras, coloquios, etc.
¿Qué es
el cine?
El
cinematógrafo, que es en los tiempos actuales una manifestación artística que no
llegaron a sospechar nuestros antepasados ejerce una influencia trascendental y
benéfica en los pueblos. Las multitudes necesitan de la realidad objetiva de
las ideas para apreciarlas mejor, y nada más apropiado para ello que la hermosa
enseñanza dada en el Cinematógrafo en donde palpita la misma vida de esos
pueblos. Es un vehículo e ideas, tan poderoso como la prensa, que va por donde
quiera entonando el himno de la fraternidad universal.
“Esto había
dicho Víctor Hugo, refiriéndose a la prensa, matará a aquello”, que era el
libro. El cinematógrafo no matará, decimos nosotros, la palabra escrita o
hablada que s el hilo de oro suspendido entre la tierra y el cielo, como el velo
de grasa que dejó caer Elena en el poema de Goethe. No la matará, pero irá a su
lado, en su carroza triunfal, ayudando a su noble compañera a disipar sombras y
a realizar esa dulce tarea de enseñar al que no sabe.
Él reconstruye
las muertas edades y pone ante nuestros ojos la belleza de Grecia y el heroísmo
de Roma; él, mejor que el más sabio de los profesores, relata los grandes
acontecimientos de la humanidad en su peregrinación por la tierra; en él se
aprisionan, como los rayos de la luz en un prisma, todos los paisajes, desde
los helados mares del polo hasta los inconsolables desiertos del África; y en
él se traducen gráficamente las grandiosas epopeyas y los sublimes cantos que
produjo e Genio en sus horas de asombrosa fecundidad intelectual.
Por eso, la
misión del Cinematógrafo, como la de la prensa, es esencialmente civilizadora.
Hacer obra de progreso: he ahí su fin. Despertar en el alma de las muchedumbres
el sentimiento patrio, las nobles empresas, los sublimes heroísmos; instruir la
mente de los pueblos con los ejemplos de abnegación, de altruismo y de
justicia; ser, en una palabra, ¡faro que ilumine el sendero y no sea que
incendie y arrase!
¡Oh! Si el
viejo Víctor Hugo despertase un momento de su tumba gloriosa y contemplase
hecho carne en el cine a juan Valjean, ese tipo de hombre tan bello que sólo
podía caber en un cerebro como el suyo, brotaría de sus labios un himno de
admiración como aquellos que dejaba escapar desde la roca de Guernesey cuando, frente al infinito mar,
¡hablaba a los huracanes y a la tempestad como un profeta de los tiempos
antiguos!
Oh, gran poeta,
tus deseos están ya realizados: tu obra inmortal, escrita para los humildes,
para los infortunados, para los desconocidos, para los miserables, recorre hoy
la tierra en alas de un aparato en donde ni se oye tu verbo poderoso, se ven en
cambio las lágrimas de los desheredados, que, según tu bella teoría, ¡son transformadas
por Dios en constelación de astros!
(Publicado en De Cine Universal, Cali. Revista El Kine, Bucaramanga, 1914).
Fuente
Tulio Hermil, ¿Qué es el cine? En: Juan Gustavo Cobo Borda,
Ramiro Arbeláez (Eds.), La crítica de
cine, una historia en textos. Proimágenes Colombia, Universidad Nacional,
2011, p.29.