La revista de crítica
cinematográfica francesa Cahiers du Cinéma, publicó en el año 2001 una serie de
entrevistas a directores identificados dentro de esa tendencia denominada
teoría de autor; traducción que vino por medio de Miguel Rubio para ediciones
Paidós en el año 2003.
El prólogo de este trabajo
compilatorio estuvo a cargo de Serge Daney, quien nos entrega una mirada
panorámica a lo que fue la Nouvelle Vague, y sus principales momentos de
impacto en el fenómeno estético del cine en el periodo: “primera generación de
cineastas cinéfilos de la historia
del cine”, admiradores de ciertos cineastas ya con marca registrada, pero que
se salían de algunos esquemas tradicionales sin significar aquello que no
hicieran parte de una industria, la europea, la hollywoodense:
[…] Esta
generación tuvo otra suerte: se creyó justiciera. La historia del cine, la que
Sadoul y Mitry contaban, era injusta, llena de prejuicios, de agujeros y de
aproximaciones. Gracias a Henri Langlois, todas las tardes, había materia que
descubrir y redescubrir, que evaluar y reevaluar. El panteón del “séptimo arte”
no era todavía ese monumento en el que, anticipadamente y sin rebelarnos,
aceptamos perdernos. La tarea de la generación precedente -la de Bazin y el
movimiento de los cine-clubes- consistió en volver a apropiarse del cine
considerado como una historia única. En el ambiente de la guerra fría, fue
necesario rehabilitar al cine americano, servirse del neorrealismo italiano
como de una palanca, mantener una mirada teórica sobre el cine soviético,
reprochar su academicismo al cine francés consagrado a las “adaptaciones
literarias”. Y estar dispuestos a descubrir otra cosa, fuera donde fuera, en
Japón, por ejemplo (p. 12).
En ese contexto histórico,
y con cuatro emblemas en la creación fílmica, se da un giro representativo, los
europeos Renoir y Rossellini, y los norteamericanos Hawks y Hitchcock;
partiendo según Daney de tres negativas a la política de los autores:
-Los primeros veían mal cómo un filme podía ser
obra de un solo autor, ya que es de notoriedad pública el hecho de que el cine
“no se hace solo”.
-Los de segundo tipo, les
costaba aceptar el supuesto “de que un filme tenga a veces un autor, se afirme
seriamente que lo sea asimismo “por derecho divino” de toda su filmografía”.
-Los últimos,
reflexionaban sobre el por qué no se contentaban con aquellos que lo eran desde
siempre, de manera ostensible y a veces dramática. El concepto de autor se
dedicaba en última instancia a una galería de monstruos, demasiado singulares
para la maquinaria hollywoodense que había terminado por rechazarles…” (p.13)
Con esta introducción, que
resume apropiadamente un momento álgido de la Historia del Cine, el lector
podrá entender ciertas particularidades y “autores” que dieron vida y pelea a
una concepción de las imágenes en movimiento más allá de su impacto comercial o
cultural; todo, mediado por la situación social y política europea de
postguerra, y enmarcada en la cinefilia pura de personajes que la respiraban
constantemente por sus poros como factor básico de reflexión y visualización
puesta en práctica con sus propias obras.
Para entenderlo, y
teniendo en cuenta que el documento citado es escrito en 1984, volvamos sobre
la conceptualización:
[…] Ahora
bien, ¿qué hay de más prototípico, incluso atípico, que un filme de “autor”?
Sin embargo, siempre en la distancia, puede decirse que los Cahiers amarillos, al lanzar su famosa
política, no hicieron más que llevar a cabo un proceso que se había iniciado
mucho tiempo: el reconocimiento del cine como arte y del cineasta como artista,
según la concepción romántica del autor-demiurgo-propietario de su obra que
existía ya en la literatura (p. 15).
El contenido de este libro
para cinéfilos interesados es el siguiente:
-Entrevista con Jean Renoir (Jacques
Rivette y François Truffaut).
-Entrevista con Fritz Lang (Jean
Domarchi y Jaques Rivette).
-Entrevista con Howard Hawks (Jaques
Becker, Jacques Rivette y François Truffaut).
-Entrevista con Alfred Hitchcock (Claude
Chabrol y François Truffaut) seguida de una
Nueva
entrevista (Jean Domarchi y Jean Douchet).
-Entrevista con Luis Buñuel (André Bazin
y Jaques Doniol-Valcroze).
-Entrevista con Robert Bresson (Michel
Delahaye y Jean-Luc Godard)
Como ocurre en este
recurso literario de interacción entre entrevistado y entrevistador, podemos
encontrar una línea temática ya definida por los autores que va en dirección
del proceso de realización cinematográfica que han llevado a cabo estos
personajes en mención. El cine se atraviesa constantemente, y en él momentos
cruciales para entender el armazón de la realización. Por ejemplo, Hitchcock:
[…] La Soga es el primer filme en el cual ha utilizado el “ten minutes
take”. Si, fue en La Soga donde hice la experiencia. Creé una técnica nueva
porque me dije: he aquí una historia que pasa en un solo decorado, en una hora
y media; por consiguiente, es necesario que yo fabrique una técnica
cinematográfica especial, que sea continua, sin que se detenga nunca, sin
cortar nada, para crear esa misma sensación de continuidad (p.121).
El libro se torna como un objeto de consulta para
profundizar sobre los contenidos venidos de la experticia de un grupo de
directores de cine que marcaron una influencia en el denotado orden de la
llamada teoría de autor. Siempre vigente y polémica en la trama de los procesos
de aprendizaje enfocados al cine, en este caso desde su historia y sociología,
dos áreas cada vez menos apreciadas por quienes desean convertirse en futuros
cineastas.
Referencia
La política
de los autores,
Cahiers du Cinema, 2001. Colección La
memoria del cine 17, Paidós, 2003, España, 189 páginas.
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