15.7.10

Franco, en franca filmación

Los noticieros, en la historia del cine, se convirtieron en los primeras fuentes de información para el gran conglomerado de la población que podía acercarse a una sala de cine, así los hechos hubieran ocurrido tiempo atrás, estas informaciones visuales silentes o sonoras, dejaban al espectador con un conocimiento básico del acontecer internacional, nacional, y algunos casos local, inclusive, con la posibilidad de observarse en el cinematógrafo, ya que algunos camarógrafos de ferias ambulantes, decidían filmar la cotidianidad de un pueblo y luego invitar a estos actores a observarse a través de lo que Noël Burch denomino “El Tragaluz del Infinito”.

Algunos dictadores vieron en el cine y la televisión una de las formas más efectivas de mostrar sus proyectos políticos, además de buscar homenajear su figura como símbolo eficaz de control del estado a través de una imagen fotográfica o audiovisual. Tal es el caso de Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco y Bahamonte Salgado Pardo, quien obviamente abrevió su nombre a Francisco Franco, el “generalísimo” que llegó tras una sublevación militar que no aceptaba el nuevo gobierno bajo el Frente Popular en 1936 en tierras españolas; este oscuro y nefasto personaje, tuvo la ayuda de milicias nazis y fascistas para su empresa de tomar el poder bajo la fuerza bélica, y así sentarse en la silla de gobierno, en la cual se atornillaría por casi cuarenta años hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975, dejando tras de si el debilitamiento de los derechos constitucionales de los ciudadanos, un sistema militar radical, ideales ultraderechistas de confesión católica y un partido único; su muerte, dio como resultado un nuevo periodo reconocido en la historia como la transición española, la cual traería nuevas expectativas constitucionales y democráticas opacadas bajo el régimen.

Franco creo y puso a su disposición lo que se llamó el NO-DO, un noticiero, como afirma Cesar Sabater, hijo legítimo de la II Guerra Mundial. Este espacio nace cuando en España tenían presencia los noticieros hispano-alemán Actualidades UFA, el Fox Movitone de los norteamericanos, y el italiano Luce.:

…La creación del NO-DO recogió un amplio personal técnico; desde el alemán Christian Anmander, al operador Juan García, pasando por otros operadores y montadores procedentes del Departamento Nacional de Cinematografía…, para el NO-DO, Ramón Saiz de Hoya poseía la exclusividad de filmar al Caudillo, siempre en ángulo contrapicado para realzar su menuda altura. Con el fin de unificar todos los discursos políticos, se confiaron los textos escritos a Alfredo Marquerie y la voz oficialista de David Cubedo…, en los albores del primer NO-DO, Joaquín Soriano definió en un artículo en la revista “Primer Plano” en 1942 una declaración de intenciones de lo que tenía que ser el nuevo informativo: “El noticiario Español Cinematográfico, que nace enteramente libre e independiente, como no podía al menos de serlo, debe ser tan bueno como el que más, ameno, instructivo, variado y técnicamente perfecto” (Sabater, pg. 23).

La estructura de este noticiero estaba dividida a partir de la normatividad mundial en este tipo de trabajos: novedades, deporte, moda, primera página etc. Dándole un espacio mayor a los eventos deportivos y en menor medida a los acontecimientos políticos y sociales de la era franquista, lo que significaba que el NO-DO se erigió como medio de entretención y no como informativo objetivo. Este noticiero sirvió de preámbulo para las exhibiciones cinematográficas de las principales salas españolas: “Buscar información objetiva en cualquiera de los NO-DO era una quimera inocente. Si ya los medios de comunicación escritos sufrían un férreo control por parte de la censura, buscar objetividad en el único medio de comunicación audiovisual oficial del régimen era algo fuera de lugar” (Sabater, pg. 24).
El NO-DO significó el diario audiovisual de Franco, desde sus actividades políticas, hasta sus actividades privadas y lúdicas; fue el espejo en el cual los observadores podían asentir los cambios físicos de su gobernante, así los estudios de edición con los años postergaran la figura del dictador a un segundo plano. Este espacio noticioso con la aparición de la televisión opto por cambiar su forma, pasándose a llamar revista audiovisual dividida en tres partes: noticias breves, grandes repostajes y páginas a color. Este noticiario del régimen, fue un espacio que presento algunas “actualidades” del mundo en diferido y censuradas, el acontecer del generalísimo en su gobernalidad, diplomáticos, actores de cine, estrellas musicales, futbol, y tauromaquia. El NO-DO sobrevivió los primeros años de la era post-franquista, su última edición fue en mayo de 1981 con un número dedicado a los años sesentas con The Beatles en la banda sonora.

Pero Franco no solo se quedo con los noticieros del NO-DO para exaltar algunos de sus actos, y desviar la atención sobre otros; también decidió entrar en el mercado cinematográfico y competir con la cartelera, la película titulada Raza, basaba su argumento en la novela homónima del generalísimo bajo el seudónimo de Jaime de Andrade. La cinta fue estrenada en 1941:

…La película es, sobre todo, un arma plena de propaganda política; un sencillo y efectivo panfleto hecho celuloide que tuvo la fortuna comercial que los años y condiciones de su estreno le servían en bandeja al dictador. Así, el historiador cinematográfico Fernando Méndez Leite (padre) decía de ella en la época: “Raza, de José Luís Sáenz de Heredia, fue dada a conocer en función de gala, con auténtico sello de acontecimiento artístico. El público, puesto en pie, tributó ante el último fotograma proyectado el homenaje de su entusiasmo colectivo. Se premiaba así, no sólo un film de méritos evidentes, de tema oportuno y aleccionador, sino también el magnifico esfuerzo de nuestra industria cinematográfica, encauzada hacia su racial soberanía. Raza, que acertó ya en su título para lograr llegar al límite de cuanto puede exigirse a un film de su género, era nada menos –y nada más- que el histórico desfile en imágenes de todas las heroicas tradiciones de la verdadera España, grande y digna hasta en sus infortunios… Su experto animador había conseguido desarrollar perfectamente el argumento perfecto escrito por Jaime de Andrade, seudónimo que encubre la modesta, y a la par, interesante personalidad de un gran patriota” (Sabater, pg. 33).
Para esta cinta Franco escogió al director –José Luis Sáenz de Heredia, primo hermano de José Antonio Primo de Rivera-, y los actores: “el malo, que se encarna en la película en la figura del hermano “liberal” Pedro (interpretado por José Nieto), es patibulario, cobrizo y de cejas puntiagudas. A la vez, los héroes son encarnados por el otro hermano, José (Alfredo Mayo) de nobleza baturra, alegre y rubio, símbolo de la nueva raza que venía a dominar el mundo y relegando a su vez al actor a hacer para siempre papeles del “bueno de la película” (Sabater, pg. 33). Inclusive, el generalísimo como buen productor cinematográfico, enviaba instrucciones diarias a su director sobre las tomas a realizar; su rodaje duro cuatro meses, y se construyeron cincuenta y cinco decorados, además de 45.000 metros de película. El film recrea la vida de la familia del militar Pedro Churruca quien muere en enfrentamientos bélicos en la isla de Cuba contra los ejércitos de Estados Unidos, la viuda de nombre Isabel, educa a sus hijos quienes escogen diversos caminos, vidas que se ven involucradas en la historia de su país, exactamente la Guerra Civil que se encarga de desintegrar el circulo familiar; el film es una clara alusión al fascismo español a través de la visión de su gestor, con una historia llena de visos de la personalidad de Franco y de sus deseos más íntimos con respecto a lo que debía ser la sociedad que dirigía:

…La segunda época que recrea la película coincide con la decadencia de la dictadura de Primo de Rivera, que dimite el 28 de enero de 1930. El 14 de abril de 1931 se proclama la II República Española. El levantamiento del 18 de julio de 1936, y el desencadenamiento de la Guerra Civil (1936-1939), se presentaban, bajo el punto de vista de Franco, como el único remedio posible para rescatar a España del desastre al que el creía que la República lo abocaría..., Franco quiso, a través de Raza, ennoblecer a su modesta familia, nada menos, que haciéndola descender de los Churruca, y por extensión, sellar su relación con el poder, como si irremediablemente estuviera predestinado a alcanzarlo. Conocido, también, como el “Lucero de Occidente” se creía imbuido por el Altísimo de tal modo, que se hizo llamar caudillo de España por la Gracia de Dios” (Sabater, pg. 34).

También se realizó una segunda versión titulada El Espíritu de una Raza, con la eliminación de ciertos fotogramas que correspondían a razones políticas que podían afectar al estado español: referencias falangistas como por ejemplo el saludo con el brazo en alto; cierto cambio ideológico que propugnaba el levantamiento militar como una acción que busco detener el avance del comunismo y no el derrocamiento de un estado democrático; además de eliminar las alusiones a los Estados Unidos, y glosas inversas a la democracia, el liberalismo y la masonería (Sabater, pg. 34).

Los dictadores siempre tendrán con el aparataje mediático y sus medios –la prensa, la radio, el cine y la televisión-, la mejor de las “excusas” para mostrar lo que no son. El caso de Franco no es el único dentro de la amplia gama de dictadores que ha tenido nuestra historia universal durante el Siglo XX; simplemente hace parte de una de las formas más efectivas de entrar en la sociedad, seguro –en cada personaje- las formas son distintas pero los objetivos iguales, bajo el parámetro efectivo de alienar un pensamiento político con el cual anquilosar a esos desprevenidos actores sociales que no comparten el modelo instaurado. Finalmente, valdría la pena leer la investigación de Román Gubern titulada Raza: Un ensueño del general Franco, editada en 1977, donde el autor psicoanaliza el guión de Franco a la luz de la doctrina de Alfred Adler, afirmando que Raza es una sobrecompensación en la cual Franco supera simbólicamente lo que consideraba como deficiencias y defectos propios y de su familia, por ejemplo: Pedro, el personaje de Raza, sería la proyección de Ramón Franco, el hermano republicano de Franco que tras lustros de dar disgustos a su familia por sus ideas izquierdistas terminaría luchando y muriendo en el bando nacional.

PD: También encontramos en la actualidad gobernantes que favorecidos por un canal privado y su propio canal institucional, ofrecen lo mejor para la imagen de estos presidentes y sus programas de gobierno en la repartición burocrática, regaños en directo, peleas internacionales, etc., tan distantes y cercanos, uno lo llama “Consejos Comunales del Gobierno” y el otro “Aló presidente”.

Fuentes
-Cesar Sabater, Franco cine sobre un cineasta frustrado, en Dictadores en el Cine, edita Centro de ediciones de la Diputación provincial de Málaga, 2007, España.
-http://es.wikipedia.org/wiki/Raza_

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